LA CASA DEL ÁRBOL 
Por Sofía Martín Gutiérrez
Bienvenidos a la parte más personal de smg-arquitectura. Quiero que mi blog sea tu espacio de referencia, con ideas innovadoras y recomendaciones de mi mano, Sofía Martín, arquitecta y diseñadora de espacios.
Con ella disfrutaremos de un experimentado análisis de las tendencias en arquitectura, reformas, diseño de interiores, optimización de espacios… y lo más humano, mis encuentros con colegas del sector.
¡Abre la puerta al mundo de Sofía!
Uno de los juegos más alucinantes cuando somos niños es tratar de construir una casa en un árbol. Algunos de los que hemos pasado los veranos en pueblos lo pudimos hacer realidad, de una u otra manera, aunque fuera con 4 cajas y la verdad, no demasiado separadas del suelo. Quizá de ahí nos venga el amor por la arquitectura, ¿quién sabe?.
El caso es que la mayoría soñamos de pequeños con tener una cabaña en un árbol. Un lugar donde esconderse, jugar, escalar, invitar a los amigos, descubrir nidos, mirar a las estrellas o espiar a lo de abajo.
Resulta difícil describir con palabras la sensación que se produce al estar encaramado a un árbol: el contacto con la naturaleza, la aventura de explorar entre las ramas, estar alejado el mundo y alcanzar el horizonte con la mirada, en definitiva, tener una nueva perspectiva.
Imagina que te despiertas, ves desde la ventana a cierta altura, el paisaje arbolado y crees, todavía medio dormido, que eres un pájaro. Lo que ocurre es que la realidad no te da pistas de lo contrario: vives colgado de un árbol y recuerdas una agradable sensación de haber cenado la noche anterior con un silencio y unas estrellas a los que no acostumbras.
Si queréis construir una casa en un árbol, tenéis que tener en cuenta que cada árbol es diferente: la altura, la forma de sus ramas, la resistencia, la especie, el tipo de madera, la sensibilidad a los hongos, la velocidad de crecimiento.
Cada casa en el árbol, es la realización de un sueño, cada persona es diferente, por eso cada casa es diferente, nunca tendremos una igual a la otra, al igual que una vivienda no es igual a otra. Cuando nos enfrentamos al diseño, intentamos tocar esos sueños, porque cada casa en el árbol debe estar en el límite entre la realidad y la imaginación.
¿Empezamos?